DEUDA EXTERNA

En la situacion de la Deuda Externa unos son actores y otros espectadores. Los actores principales, personajes sin escrúpulos que han conducido la obra hasta la dramática situación en que se encuentra, son acreedores privados y públicos-; y algunos vivos que recibieron los préstamos. Por contra, la mayoría de los mortales -entre los que muy probablemente nos encontremos la mayoria de los ciudadanos , donde hemos solo espectadores que sufren las consecuencias.

Las causas que han originado la problemática de la deuda extarna se pueden dividir en dos grupos cuyos límites a veces están algo difusos: estructurales y coyunturales.

1. Causas estructurales

Que derivan del sistema productivo y comercial y de la situacion politica y social de los paises en vias de desarrollo.Donde dos de los grandes intermediarios para esta crisis son el Fondo monetario internacional y el Banco mundial; que estan controlados por los paises mas poderosos y que practicamente son los acreedores.

El comercio desigual, La relación real de intercambio es negativa para los paises en vias de desarrollo . La balanza no está equilibrada, los productos que exportan los países del Tercer Mundo cada vez son más baratos, mientras los que se elaboran o se comercian desde los paises poderosos , cada vez son más caros.

La actuacion de las compañias transnacionales: aunque el impacto sobre el endeudamiento de un país dependerá en gran medida de qué actividades realizan y cómo las realicen, hay que tener en cuenta que su solo establecimiento ya supone una salida de divisas (repatriación de beneficios, abono de patentes, marcas y licencias de explotación...). Para ellas, como se suele decir, es llegar y aprovechar.

Los gastos nocivos: Saber gastar es un arte que no parece tener demasiada gente, y menos aún los dirigentes políticos de muchos países. Grandes sumas de divisas salen de los PVD como consecuencia de compras de bienes o servicios y de transferencias que poco tienen que ver con el bienestar de la población y sí en cambio mucho con los intereses de los grupos privilegiados que viven en ellos. Como muestra de estos gastos ahí van un par de ejemplos: la compra de armas y las obras faraónicas que sólo buscan el prestigio político.

Fuga de capitales. El dinero tránsfuga, aparte de no tener patria, es el que mayores ganancias genera a los bancos prestamistas: el mismo dinero, sale del banco como préstamo, vuelve como depósito de capital fugado, crea intereses de la Deuda Externa en el país deudor y acabará siendo de nuevo devuelto como pago del principal de la deuda. Este dinero, para el país receptor, sólo ha servido para empobrecerlo más, por partida doble. Sus ciudadanos evasores -siempre los más ricos, ¡claro!- han resultado enriquecidos. Y los bancos acreedores, también. Y no son “migajas” lo que se fuga de los paoses en vias de desarrollo. Desde el punto de visra de los bancos, esos fondos (la fuga de capitales) han sido capitales de ida y vuelta. Lo que ha sucedido con la parte de préstamos que se usó para la fuga de capital es realmente paradójico. En los países deudores de América Latina, los bancos centrales vendieron a ciudadanos del país por moneda nacional moneda extranjera prestada, que ahora tiene que devolver. Por otra parte, una determinada cantidad de esa moneda (dólares, marcos, libras y yens) han regresado ya -vía fuga de capitales como depósitos de cuidadanos latinoamericanos a los bancos, o al sistema de bancos, de donde salió y está produciendo ganancias para los bancos que la mueven y para sus depositantes. Sin embargo, por ironías del proceso, los bancos centrales latinoamericanos tienen que devolver esa cantidad con el resto de los préstamos. Es decir, tienen que devolver por segunda vez un dinero que de hecho ya ha vuelto a los bancos, porque en la contabilidad de éstos sigue figurando como un desembolso, como unos recursos que ellos han enajenado y tienen derecho a reclamar. Naturalmente, en la contabilidad del banco los préstamos a un banco central latinoamericano y los depósitos de los ciudadanos latinoamericanos, aunque han usado el mismo dinero, son dos operaciones perfectamente distintas... Contable y legalmente la paradoja descrita es impecable; desde otros puntos de vista no deja de tener algo de grotesco y aún de injusto. Ciertamente dice poco de la solidaridad y patriotismo de los ciudadanos latinoamericanos que han sacado el capital de su país y mucho de la falta de sensibilidad y flexibilidad de los bancos”.

La politica de creditos a la exportacion: Son créditos que se conceden desde los países industrializados a los paises en vias de sarrollo con el fin de que estos adquieran mercancías producidas en los primeros. Más que responder a una necesidad de desarrollo, constituyen un elemento de potenciación de nuevos mercados para la sobreproducción de las industrias del Norte. ¡Encima algunos de estos créditos se contabilizan como “ayuda” al desarrollo!... y de cierto que lo es, para las empresas de los que mas tienen.

2. Causas coyunturales

Las razones coyunturales derivan mayoritariamente de la dinámica de los créditos que han sido otorgados a los países del Tercer Mundo y en la que han influido tanto el comportamiento de los países deudores como la evolución de los mercados financieros internacionales.”

Los creditos mal utilizados: La mayor parte de los créditos recibidos se destinaron a la compra de armas, productos de lujo, realizar obras faraónicas, financiar a empresas privadas -muchas de ellas filiales de transnacionales-, turismo de lujo de las clases pudientes... No hay que olvidar que la década de los 70 es la de las grandes dictaduras y la del enfrentamiento entre bloques (Este-Oeste).

Los mercados se inestabilizan: a raíz de la devaluación del dólar y a la desaparición del sistema de cambios fijos, lo que ocasiona la pérdida de valor de muchas monedas locales y subida de los tipos de interés. Ya se sabe, ¡a río revuelto, ganancia de pescadores!. Y en este momento los únicos que tienen caña de pescar son los países industrializados.

Privatizacion de las empresas publicas: El derroche de creatividad que mostraron -y siguen mostrando- muchos gobernantes fue “alucinante” -por no decir otra cosa- : ¿Cómo reducir la deuda del país? Respuesta, ¡Vendiendo las pocas empresas públicas que dan beneficios! -la única gallina que da algún huevo, ¡vendámosla!-. Dinero fácil y rápido. Lo malo es que no llegaba ni para el postre, es decir, con ese dinero en muchas ocasiones apenas alcanzaba para pagar los intereses de la deuda. A los que les resultó y resulta un negocio jugoso fue a las compañías transnacionales que adquirieron las empresas públicas; a partir de entonces los beneficios se reciclaban al país de los nuevos propietarios.

Los prestamos se hicieron de forma incondicional. Se siguió al pie de la letra aquello de “haz el préstamo y no mires a quien”. Había que sacarle rentabilidad a los petrodólares como fuese, y en consecuencia no se pedían demasiadas garantías a los prestatarios